Dos brazos estilizados en alto que forman -cada uno- una bandera argentina sosteniendo en el medio una pelota camiseta de futbol 2024 de fútbol. Me siento engañado y asumo mi responsabilidad individual: yo era un boludo que no veía más allá de la pelota. La letra tenía un sentido político, convocando a la totalidad de la población argentina, que en ese momento era de veinticinco millones de personas, camisetas de futbol baratas a «jugar el Mundial». El ganador fue Eduardo López y representa el momento máximo del fútbol el festejo de un gol representado por dos jugadores que se abrazan. 21 de junio de 1978, en el preciso momento en el que la Argentina marcaba el cuarto gol contra Perú que le daba el pase a la final, estalló una bomba en la casa del entonces secretario de Hacienda Juan Alemann, uno de los funcionarios de la dictadura que más se había enfrentado con la Marina -liderada por Eduardo Massera- y Lacoste, por los sobreprecios en la organización del torneo. Pusieron una bomba en mi casa, justo en el momento del cuarto gol de Argentina con Perú. Este título sirvió de base para que el club organizara la Copa de Campeones de América en 1948, campeonato precursor de la futura Copa Libertadores de América, junto a River Plate de Argentina, Vasco da Gama de Brasil (eventual campeón del torneo), Litoral de Bolivia, Emelec de Ecuador, Deportivo Municipal de Perú y Nacional de Uruguay.
La FIFA había elegido a la Argentina como sede de la Copa Mundial el 6 de julio de 1966, pocos días después de que se instalara en el poder la dictadura de Onganía. Argentina como sede de la Copa, afirmando que: «Argentina está ahora más apta que nunca para ser la sede del torneo». Havelange y Lacoste también fueron denunciados por ser socios en el tráfico ilegal de armas. Ya en democracia la Cámara Federal de Buenos Aires consideró que Carlos Alberto Lacoste nunca suministró explicaciones suficientes y satisfactorias sobre cómo su patrimonio económico haya podido incrementar en un total de 443 % entre los años 1977 y 1979, tal como denunció la fiscalía nacional en 1984. Fue además procesado por administración fraudulenta como funcionario público. Las denuncias sobre las masivas violaciones a los derechos humanos que estaba cometiendo la dictadura, llevó a que se generara un movimiento internacional para evitar que la Copa Mundial se realizara. Inicialmente las selecciones de Holanda y Francia se habían inclinado por apoyar la no realización de la Copa Mundial, pero el movimiento se debilitó y finalmente solo algunos jugadores participaron a título individual de los actos de denuncia del régimen terrorista.
El rechazo ante la realización de la Copa del Mundo en un país que estaba llevando adelante una represión sistemática en la línea del terrorismo de Estado, alcanzó en Francia una importante adhesión, debido en parte a los 22 ciudadanos franceses desaparecidos en la Argentina, entre ellos el escándalo por el caso de las «monjas francesas» Alice Domon y Léonie Duquet. La procedencia de las jugadoras indica el anterior club que poseía los derechos de la jugadora, pese a que esta proceda de otro club cedido, en caso de ya pertenecer al Real Madrid. Uno de los primeros en promover un boicot contra el Mundial de Argentina fue el artista y activista de derechos humanos polaco y ciudadano francés Marek Halter. A fines de 1977, se formó el Comité de Boicot contra el Mundial de Fútbol en Argentina (COBA), presidido por el periodista francés Francois Geze e integrado por cuarenta personas, de las cuales siete eran argentinas.
Al fondo de este operativo se admitía que estaba diseñado para hacer cuatro goles, que era lo que Argentina necesitaba para clasificarse. También para la Copa América de 1993 celebrada en Ecuador, la selección asistió con un uniforme blanco, con la bandera en forma vertical en el pecho y también se utilizó un uniforme rojo oscuro que no era vinotinto con la bandera del lado derecho en vertical. Después de vencer en semifinales a Honduras por 2-0, Colombia avanzaría a la Final para enfrentarse al Seleccionado mexicano dirigido por el mexicano Javier Aguirre, que en semifinales venía de eliminar a Uruguay por 2-1 y se metía por segunda vez en su historia a una final de Copa América. El empresario y exsecretario de Hacienda, Juan Alemann, denunció en 1982 -aun en plena dictadura- que el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste había «dilapidado dinero» y que no había presentado la liquidación final del Ente Autárquico Mundial ’78. El partido de ida de la final se disputó el 15 de diciembre de 1999 en el Estadio Pascual Guerrero de Cali; Santa Fe se fue abajo en el marcador en el minuto 12 de juego, luego de que Nilson Pérez empalmara de manera providencial un balón bajado en el área, pero finalmente el rojo capitalino resultó dándole vuelta al marcador cuando al partido apenas le quedaban 13 minutos para su conclusión: al minuto 77 fue David Hernández quien empató el juego para los de Bogotá, y seis minutos más tarde Luis Alberto Moreno le dio la victoria final a Santa Fe, e hizo soñar tanto a hinchas como jugadores con la primera consagración internacional del equipo tras el subcampeonato en la Copa Conmebol.